Rubén Darío
(Nicaragua, 1867-1916)
Rubén Darío fue la figura cumbre del movimiento modernista en Hispanoamérica. Ganó fama como poeta. Se ganó la vida como periodista.
Los primeros poemas conocidos de Darío datan de 1880, cuando tenía 13 años. Entre esa fecha y 1888, cuando publicó Azul..., su primer libro importante, escribió unas 600 páginas de poemas. Esas primeras poesías revelan ciertas actitudes que explican el rumbo que Darío iba a seguir más tarde. Nos muestran: 1) que el mundo es un sitio hostil lleno de fanatismo, ignorancia, tiranía, pobreza y vicios; 2) que el poeta es víctima de la gangrena moral que le rodea; 3) que la Naturaleza es un reino ideal que puede servirle como un refugio de la corrupción social que le aflige. Según el joven Darío, el mundo natural posee grandes riquezas debajo de la superficie, y el poeta debe buscar cualidades semejantes en el hombre y en sí mismo.
De Centroamérica, Darío fue a Chile, y allí -- en Valparaíso -- publicó Azul... He aquí la portada de ese famoso libro:
Azul... consiste en 9 cuentos, 12 cuadros en prosa y sólo 6 poemas. Por el énfasis que pone en la prosa, Azul... es simbólico de la primera época del movimiento modernista: las innovaciones más atrevidas no se hicieron en la poesía, sino en la prosa. Era una prosa llena de novedades lingüísticas, temáticas y conceptuales, muchas de ellas inspiradas en la literatura francesa del tiempo. En ese pequeño libro, hay motivos mitológicos griegos, escenas y objetos orientales, imágenes basadas en piedras y metales preciosos y temas americanos. En 1890, en Guatemala, se publicó una segunda edición aumentada de esa obra sobresaliente del Modernismo.
Aunque Darío siguió produciendo literatura en prosa, se destacó principalmente por sus colecciones de poemas. Las más famosas eran Prosas profanas (Buenos Aires, 1896; París, 1901); Cantos de vida y esperanza (Madrid, 1905); El canto errante (Madrid, 1907); Poema del otoño y otros poemas (Madrid, 1910), y Canto a la Argentina y otros poemas (Madrid, 1914).
Como se indicó antes, sin embargo, para ganarse la vida Darío se dedicó principalmente al periodismo. Publicó artículos sobre una gran diversidad de temas en periódicos americanos y españoles, y muchos de sus artículos fueron coleccionados más tarde en libros. El valor de estos artículos es doble: por una parte, nos informan acerca de los problemas candentes de la época y, por la otra, nos muestran aspectos intelectuales y morales del autor que no conocen los que se limitan a leer su poesía.