Historia de la lengua

© 2017 Canadian Academy of the Arts

Introducción

Escrita por
Rosario Gómez
Alan M. Gordon
Robert Jay Glickman

Partes I, II, IV y V traducidas del inglés por
César M. Urrutia

I. Origen y evolución del español

A. Origen
B. Nutrientes
C. Entorno
D. Esfuerzos de estandarización

II. Los sonidos del español

III. El castellano no es igual en todas partes

IV. Análisis general de los patrones del habla regional

A. Español peninsular
B. Español caribeño
C. México
D. Los Andes
E. Río de la Plata

V. Conclusión

VI. Bibliografía

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I. Origen y evolución del español [Audio > ]

El idioma es un organismo viviente. Aunque está en constante evolución, siempre refleja su origen, los nutrientes que recibe a medida que crece y los entornos en los cuales se desarrolla.

A. Origen

El español es un vástago del latín vulgar, el idioma hablado por los soldados y mercaderes romanos que vinieron a Hispania en el Siglo III a.C. ("Hispania" fue el nombre que Roma dio a toda la Península Ibérica). Debido a que los invasores e inmigrantes venían de muchas partes del mundo romano, ya había una variación dentro del latín que hablaban. Sin embargo, después del colapso del Imperio Occidental de Roma en el Siglo V, variaciones regionales de ese idioma se desarrollaron aun más rápidamente en los territorios que Roma había ocupado en su apogeo. Es así como resultaron los idiomas que conocemos como lenguas romance (italiano, francés, rumano, portugués y español).

Dentro de la Península Ibérica, el latín vulgar continuó su evolución y, en el transcurso de los siglos, produjo diversas variaciones regionales. Entre éstas estuvieron el catalán, el gallego, el leonés, el aragonés y el castellano.

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B. Nutrientes

Además del latín vulgar, los habitantes de la Península Ibérica fueron influenciados por las lenguas habladas por colonizadores pre-romanos tales como los ibéricos, celtas, fenicios, griegos y cartagineses. Y después de la caída de Roma, por las de invasores tales como los vándalos, los visigodos y especialmente los moros, quienes cruzaron el Estrecho de Gibraltar en 711 d.C. y permanecieron en gran parte de la Península durante casi 800 años.

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C. Entorno

Durante el período inicial de su desarrollo, el idioma que finalmente llegó a ser el español se hablaba en diversos entornos -- en el hogar, en los campos de cultivo, en el comercio, en el campo de batalla y en otras situaciones de la vida diaria.

Durante el Siglo XIII, este idioma en ciernes recibió la atención especial de Alfonso el Sabio, el erudito Rey de Castilla, quien promocionó una variedad del castellano que estaba basada en el habla de la élite instruida de su reino. Pronto, el castellano llegó a utilizarse no sólo en las situaciones cotidianas de la vida, sino también en las ciencias, derecho y administración. Debe remarcarse, sin embargo, que su vocabulario, su gramática y su pronunciación aún no estaban firmemente establecidos, sino que reflejaban los diversos niveles de instrucción de las personas que lo hablaban y los entornos en los que se usaba.

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D. Esfuerzos de estandarización

Entre los años 718 y 1492, la Península fue lentamente reconquistada de los moros. A medida que las posesiones moras fueron empujadas más y más al sur durante este período, los patrones lingüísticos de Castilla ganaron prominencia. Cuando Aragón se unió con Castilla en 1479 para formar un estado-nación regido por Fernando e Isabel, la necesidad de estandarizar el idioma se hizo sentir claramente. Pero el año 1492 fue el momento clave en la historia. Granada, el último reino moro en la Península, fue finalmente reconquistada; Colón descubrió un nuevo mundo para conquistar y colonizar y Antonio de Nebrija -- explicando que este nuevo imperio necesitaba un idioma estándar que pudiese ser hablado y escrito por todos sus súbditos -- publicó la primera Gramática de la lengua castellana. En 1517, Nebrija continuó con este esfuerzo de estandarizar el idioma publicando Las reglas ortográficas del castellano. Así, el lenguaje de Castilla llegó a ser dominante no sólo en España, sino desde el Siglo XVI en adelante, también en todo su imperio de ultramar.

Gracias a las obras de notables novelistas, dramaturgos y poetas como Cervantes, Lope de Vega y Fray Luis de León, se logró una mayor estandarización en los Siglos XVI y XVII -- La Edad de Oro de la nación. Sin embargo, no hubo ninguna reforma importante del idioma hasta el comienzo del Siglo XVIII cuando el Rey Felipe V creó la Real Academia Española de la Lengua. De acuerdo con su lema, el papel de la Academia era limpiar, fijar y dar esplendor al idioma.

En el Siglo XIX, se crearon academias nacionales asociadas en América Latina y en las Filipinas. En 1961, se logró la unificación de las diversas academias por medio de la formación de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Esta Asociación proporciona un poderoso foro para promocionar el idioma, preservar su unidad y hasta cierto punto supervisar su uso. Sin embargo, la Asociación no es la única agencia de prescripción del idioma. También hay otras agencias. Entre éstas están las guías de estilo usadas por los medios de comunicación y por grupos profesionales específicos. Esta forma de prescripción ha constituido un área de crecimiento donde los miembros de la Real Academia también desempeñan un papel prominente y de autoridad.

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II. Los sonidos del español

Después de la desintegración del imperio español en el Siglo XIX, muchas variedades regionales del idioma poco a poco alcanzaron una condición de estándar o casi estándar dentro de sus propias fronteras geográficas. No obstante, al español castellano se le sigue considerando como el modelo estándar.

La correspondencia entre los sonidos y las letras españolas es casi de uno a una. Por ejemplo, el español tiene 5 sonidos vocálicos. Estos están representados por cinco letras en el alfabeto: "a, e, i, o, u." Estos sonidos están ilustrados en la primera sílaba de las palabras paso, peso, piso, poso, puso. Por contraste, el inglés tiene 14 sonidos vocálicos.

El español tiene 19 sonidos consonantes, pero se usan 22 letras o combinaciones de letras para representarlos. Las combinaciones son "ch, ll, qu," y una letra que no se encuentra en el inglés que es la "ñ." Sin embargo, algunas consonantes tienen más de una pronunciación. Por ejemplo, b/v, d y g retienen su cualidad de oclusivas cuando el flujo de aire es interrumpido completamente, es decir:

En otros casos, estas letras pierden su cualidad "oclusiva" y adquieren una cualidad "fricativa" en la cual el aire pasa sin obstrucciones a través de la boca. Esto sucede cuando éstas:

En forma similar, el sonido de la letra y se parece al de la j en la palabra inglesa judge:

En otras partes, no obstante, retiene una pronunciación fricativa como la y en los vocablos ayer y rayo, que se parece a la y de la palabra inglesa yes.

¡Pero un momento! A pesar de todas sus similitudes básicas y los esfuerzos que se han hecho para estandarizar la lengua, el castellano no es igual en todas partes del mundo hispano.

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III. El castellano no es igual en todas partes

Tanto los españoles como los hispanoamericanos hablan castellano, pero dicha lengua no es totalmente idéntica en ambos lados del Atlántico. Eso no debe sorprendernos. Como sabemos, los ingleses de Inglaterra utilizan palabras que no emplean los norteamericanos y tienen una pronunciación distinta. También hay diferencias léxicas y fonéticas entre el francés de Francia y el que se habla en diversas partes de América. Por interesantes que sean estas variantes, generalmente no impiden la comunicación.

Las diferencias fonéticas entre España y América son bien conocidas. En el Nuevo Mundo, la ceta peninsular se ha reemplazado por ese, de manera que en América suenan igual cocer y coser, caza y casa. En algunas regiones americanas, la ese se convierte en jota débil, o desaparece en posición final de sílaba o de palabra. La elle de gran parte de la Península se ha convertido en eye en América, y hay regiones en donde la ere se confunde con la ele, dándonos comeL por comeR y veLde por veRde. Pero los visitantes españoles pronto se acostumbran a estas diferencias fonéticas, porque la gran mayoría de los sonidos del castellano son idénticos en todas partes.

Algo más difícil para los peninsulares que visitan América es acostumbrarse a ciertos nombres de cosas comunes: "carro" en lugar de "coche", "cerilla" en vez de "fósforo", "plata" por "dinero", "arveja" por "guisante" y "durazno" por "melocotón". Lo que es más, hasta varían algunos nombres de un país a otro: en Cuba los "autobuses" son "guaguas", en México son "camiones" y en Argentina son "colectivos". En la región del Río de la Plata, uno anda sobre la "vereda" [en vez de la "acera"] y pone "manteca" sobre el pan [más bien que "mantequilla"]. El pequeño "cacahuete" que se come en España es "cacahuate" en México y "maní" en el resto de Hispanoamérica. Otro vegetal oriundo del Nuevo Mundo se llama "patata" en España, pero "papa" en América.

Para mandar una carta en España, se pega al sobre un "sello". En América se utilizan "estampillas" o "timbres". Los peninsulares que no ven bien usan "gafas"; los americanos, "anteojos". La prenda llamada "chaqueta" o "americana" en España es "saco" para los americanos. En la Madre Patria, se "bebe" un líquido; en América se lo "toma". En el invierno se colocan "mantas" sobre las camas españolas, mientras que en el Nuevo Mundo la gente se protege contra el frío con "cobijas" o "frazadas".

En España, uno se dirige a los amigos con los pronombres "tú" y "vosotros"; pero en América, no existe "vosotros", y en varias regiones se emplea la forma singular arcaica "vos". Y los peninsulares no deben olvidarse de que ciertas palabras, para ellos inocentes, son obscenas en América -- sin embargo, no nos atrevemos a mencionarlas aquí.

A final de cuentas, las diferencias entre allá y acá son interesantes, y a veces divertidas; pero no causan confusión, porque la mayor parte del léxico castellano se emplea con el mismo significado en todas partes del mundo hispano.

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IV. Análisis general de los patrones del habla regional

Los pasajes de lectura en su CD El Mundo Hispano ilustran las características estándar del español. Sin embargo, las grabaciones de esos pasajes también exhiben las características de 5 de las principales regiones donde se habla ese idioma: España, el Caribe, México, los Andes y el Río de la Plata.

A. Español peninsular

La supremacía del castellano como un idioma dominante refleja el proceso por el cual España llegó a ser una nación. Castilla desempeñó un papel crucial en la Reconquista y fue un socio poderoso en la unión con Aragón en el Siglo XV, lo cual llevó a la consolidación de la España moderna.

La mayoría de los elementos que son característicos del castellano actual son comunes al español estándar tal como se ha descrito anteriormente. Sin embargo, algunos rasgos típicos del español peninsular son:

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B. Español caribeño

La zona del dialecto caribeño incluye Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico, así como las regiones costeras de Venezuela, el norte de Colombia y el oriente de Panamá.

La conformación demográfica del Caribe ha resultado principalmente por la presencia de colonos de España, inmigrantes de las Islas Canarias y esclavos importados de Africa.

Los colonos españoles hicieron de las Islas del Caribe su base por casi tres décadas después del descubrimiento de América por Colón. Por esta razón, los 30 años después de 1492 se conocen como "el período antillano". Aun después que los españoles conquistaran a los aztecas, los incas y otros grupos nativos y se establecieran en el continente americano, las flotas españolas hacían escala en la Habana tanto en sus viajes hacia el nuevo continente como en los de regreso.

La inmigración de las Islas Canarias fue significativa en el Caribe al inicio del período colonial. La mayor inmigración de las Islas Canarias, sin embargo, empezó en el Siglo XVIII y continuó hasta la década de 1960. En realidad, tan pronto como 1714, la mitad de la población blanca de Caracas provenía de las Islas Canarias. Y en la Cuba del Siglo XIX, el número de isleños canarios era tan significativo que el isleño llegó a ser un personaje familiar en la literatura. Estos inmigrantes estaban motivados principalmente por el deseo de lograr prosperidad económica. Sin embargo, la inmigración de las Islas Canarias también fue alentada por el gobierno español en un intento de promover el nacionalismo en sus colonias. Como resultado de este legado, el español hablado en la mayoría de las regiones caribeñas exhibe una similitud incuestionable con el de las Islas Canarias.

Desde sus inicios, el tráfico de esclavos africanos se enfocó en el Caribe y lingüísticamente, la influencia africana en toda la región ha sido sustancial. Hasta el Siglo XVIII, los puertos caribeños, en particular Cartagena, fueron de gran importancia en el procesamiento de la mayoría de los esclavos importados de Africa. En el Siglo XIX, el tráfico de esclavos aumentó notablemente como resultado del auge del azúcar. En realidad, en el primer cuarto de siglo, el 40% de la población de Cuba estaba compuesta de esclavos africanos. La contribución africana es notable no sólo en la pronunciación, sino también en el vocabulario de los hablantes de esta región.

El español caribeño difiere mucho del español estándar. Las características más distintivas son un debilitamiento de las consonantes, una tendencia a nasalizar las vocales, especialmente si están próximas a consonantes nasales, y, como hemos visto, la confusión entre la l y la r.

Finalmente, en regiones con una alta concentración de personas de color que hablan español, la letra d entre vocales se pronuncia generalmente como una r y puede ser elidida como en kwirao por ¡Cuidado!

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C. México

Durante siglos, la Ciudad de México fue el centro de uno de los virreinatos de la América colonial, cubriendo un área desde lo que hoy es Estados Unidos en el norte hasta Panamá en el sur. Debido al papel clave de la Ciudad de México en la administración colonial, su población incluía un número bastante grande de hispanohablantes de Castilla, el centro del imperio español. Por consiguiente, la Ciudad de México tendía a ejercer prácticas de estandarización lingüística dentro de su propio círculo de influencia.

Cuando decimos "español mexicano", no nos referimos al dialecto hablado a través de todo el territorio de México. Más bien, nos referimos al lenguaje del interior del país. Esto es por dos razones. Primero, porque el idioma vernacular hablado en las regiones costeras caribeñas de Veracruz y Tabasco difiere del que se habla en otras partes de México. Y segundo, porque el español de la península de Yucatán y el área que limita con Guatemala es semejante a los patrones lingüísticos de América Central.

Pero en lo que concierne al "español mexicano", encontramos lo siguiente:

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D. Los Andes

La región andina fue parte del Virreinato del Perú. Lima, en la costa del Pacífico, era tanto su centro administrativo como cultural. Sin embargo, varias ciudades y pueblos andinos también fueron importantes. Por ejemplo, Quito, en los Andes del norte, fue un centro cultural desde el comienzo del dominio español en 1534, mientras que Cuzco, en el Perú, adquirió una considerable clase alta de origen europeo. Y se dice que, en un momento, Potosí, un importante centro minero de plata y estaño en lo que hoy es Bolivia, tenía una población mayor que la de Londres.

El "español andino" representa un continuum de variedades lingüísticas, desde la medialengua hasta un español monolingüe con influencia indígena. Estos se encuentran en las tierras altas que se extienden desde la Línea Ecuatorial hasta el Trópico de Capricornio.

Los contactos entre el español y el quechua han sido intensos en la mayor parte de los Andes y los contactos entre el español y el aymará han tenido larga duración en el sur del Perú y en Bolivia. En muchas regiones, se han usado formas estables de medialengua durante siglos. En efecto, en centros urbanos remotos tales como Puno en el sur del Perú, el habla de algunas personas monolingües es una cristalización de este sistema híbrido.

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E. Río de la Plata

Actualmente, la región del Río de la Plata es una de las más pobladas de Hispanoamérica. No obstante, durante una buena parte del período colonial era económica y culturalmente aislada. Debido a la prohibición del comercio directo con ella a través del Atlántico, esta región era accesible sólo mediante un extenso viaje desde La Habana, cruzando Panamá, bajando por la costa del Pacífico y a través de los Andes y las pampas argentinas. No fue sino hasta la formación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, que esta región -- que comprendía los actuales países de Argentina, Uruguay y Paraguay -- alcanzó plena importancia. Dicha separación histórica de los centros de poder, cultura y educación se manifiesta en una variedad del español que ha sido tradicionalmente considerada como arcaica y llena de innovaciones no estándares.

La colonización argentina tuvo su origen en tres puntos diferentes. Primero, la región inmediata a los alrededores del Río de la Plata fue colonizada por recién venidos de España tales como el andaluz Pedro de Mendoza que fundó Buenos Aires en 1536. Sin embargo, en 1541, después de ataques por tribus indígenas, los colonizadores se trasladaron a Asunción, en lo que es hoy Paraguay.

Segundo, el noroeste de Argentina atrajo a colonizadores de la región andina, fundándose la ciudad de Santiago del Estero en 1553. Debido al notable número de sus pobladores que hablaban quechua, esta área se convirtió en un enclave lingüístico con características dialectales distintivas que pueden clasificarse más bien con las variedades andinas. No obstante, después de haber disfrutado inicialmente de rutas comerciales directas con Lima, cayó en un estado de aislamiento cultural y económico y fue pronto superada por Córdoba y Tucumán.

Finalmente, la región andina del Cuyo, a la altura de Santiago, fue colonizada desde Chile. Las ciudades de Mendoza, fundada en 1560, y San Luis, fundada en 1594, permanecieron bajo la jurisdicción de Chile hasta la creación del Virreinato del Río de la Plata casi dos siglos más tarde. Actualmente, el habla de esta región es muy parecida al español del centro de Chile, pero el dialecto de Buenos Aires, como el estándar nacional, está ganando terreno.

La historia de Uruguay, en contraste, es menos compleja. Conocido originalmente como la Banda Oriental (el lado este del Río Uruguay) permaneció más bien sin ser colonizado por europeos hasta después de las invasiones portuguesas de 1680. Montevideo fue establecida en 1726 por españoles de Buenos Aires, pero sólo como una guarnición para protegerse de los portugueses. Por el territorio, lucharon primero los españoles y portugueses y más tarde los argentinos y brasileños. En 1828, se estableció Uruguay como una nación independiente principalmente en función de barrera entre Argentina y Brasil.

Alrededor del 70% de la población uruguaya vive en Montevideo, y en su mayor parte, el español hablado en Uruguay puede considerarse como una extensión del dialecto de Buenos Aires. En la frontera con Brasil, se usa el habla bilingüe fronterizo, la cual es una mezcla de español y portugués.

La llegada de olas masivas de inmigrantes italianos a las ciudades del Río de la Plata a fines del Siglo XIX y principios del XX produjo un significativo cambio demográfico, en el cual los residentes de origen italiano llegaron a ser casi la mitad de la población de Buenos Aires y Montevideo. Esta mezcla de italiano y español que se desarrolló entre los inmigrantes italianos se conocía como cocoliche. Durante este tiempo, la inmigración de las Islas Canarias fue también significativa. De allí que se encuentren elementos que pertenecen tanto al habla rioplatense como a la de las Canarias. Un ejemplo es la palabra pibe.

En los comienzos de la fase colonial, la colonización de Paraguay estaba asociada muy de cerca con la de Argentina, ya que tanto Asunción como Buenos Aires fueron fundadas a mediados de la década de 1530. Paraguay, que era una remota avanzada del Virreinato del Perú hasta 1776, pasó a ser parte del Virreinato de La Plata, pero sus lazos con Buenos Aires no fueron estrechos. Después de su independencia de España en 1811, Paraguay quedó aun más aislado bajo la dictadura de José Rodríguez de Francia (1814-1840).

La situación de Paraguay empeoró primero como consecuencia de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) entre Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay, en la cual pereció casi el 90% de la población masculina, y luego como resultado de una guerra contra Bolivia sobre el control del Gran Chaco (1932-1935).

Durante el período colonial, hubo una gran incidencia de matrimonios interétnicos, ya que, entre los colonizadores europeos, los hombres superaban ampliamente en número a las mujeres. Durante buena parte del período colonial, una familia paraguaya típica consistía en un padre de habla hispana y una madre de habla guaraní, una posible fuente del bilingüismo generalizado guaraní-español del Paraguay de hoy.

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V. Conclusión

Ahora que hemos examinado los principales sonidos del español y sus variantes regionales, podemos pasar de lo abstracto a lo concreto. Su CD El Mundo Hispano contiene 13 pasajes de lectura. Estos se dividen en 5 categorías de tema. Las instrucciones para usar el programa se encuentran en el folleto incluido con el disco, así como en los marcos a la derecha de la página donde aparece cada selección.

Siguiendo estas instrucciones, usted obtendrá abundante información acerca del mundo hispanohablante -- su historia, su gente y su lengua. Pero, la palabra escrita no es lo único que tiene a su disposición. Presionando el botón Audio encima de cada pasaje de lectura, podrá escuchar los sonidos de los que hemos hablado. Para cada pasaje, escuchará la selección completa leída por 5 hombres y 5 mujeres. Estos lectores provienen de cada una de las 5 regiones tratadas.

Los lectores tienen entre 20 y 70 años de edad, y todos exhiben las principales características del habla de su región. Empero, si usted los compara detenidamente, notará que no son copias exactas de sus compatriotas regionales. Por ejemplo, todos los hombres del Río de la Plata pueden ser identificados como rioplatenses -- pero cada uno es único. Esto es porque muchos factores intervienen en el habla. Además de los varios determinantes regionales, la pronunciación es influenciada por el nivel escolar y la clase socioeconómica de los individuos, por si viven en un entorno urbano o rural y por su género. El habla de las personas también es determinada por si están participando en una conversación casual o están hablando en una situación formal, por su edad y finalmente, por sus características anatómicas y fisiológicas individuales.

Educación y clase socioeconómica. En general, cuanto más instruidos son los individuos y cuanto más han ascendido en la escala socioeconómica, menor es su tendencia a desviarse de las normas estándares.

Entorno: habla rural frente a habla urbana. Cuando se describe la variación rural/urbana en español, es importante notar que mientras los habitantes rurales tienden a conservar más elementos indígenas y/o formas de español arcaico que los habitantes urbanos, actualmente cerca del 60-85% de la población hispanoparlante del mundo vive en grandes centros urbanos, porque la migración a las ciudades ha estado aumentando continuamente. Por estar rodeados de un mayor número de personas que hablan español estándar y por estar expuestos constantemente al español estándar en la radio y la televisión, poco a poco los recién llegados tienden a adoptar las características del habla de sus vecinos urbanos.

Género. Algunos estudios muestran que las mujeres usan las formas estándares de la lengua más que los hombres, debido a que, por su tradicional desigualdad social con el hombre, tienen más necesidad de su valor simbólico de status. Esto se ve especialmente en el ámbito laboral. Además, presiones para hablar correctamente se aplican más a las mujeres que a los hombres. Sin embargo, cuando se está iniciando un cambio lingüístico, las mujeres tienden a ser líderes del cambio y a desviarse del estándar más que los hombres.

Estilo: escala casual-formal. El continuum desde la conversación casual hasta el discurso formal refleja el mismo tipo de gradación del comportamiento lingüístico de la clase baja a la más alta. A pesar de esto, en El Mundo Hispano, preferimos no presentar ejemplos de conversación libre. Como verá usted, todos nuestros lectores trabajan con los mismos pasajes. Se ha escogido esta opción para que pueda usted identificar y comparar más fácilmente las características regionales que hemos presentado y no ser inundado por una multiplicidad de diferencias. Creemos que ya hay bastantes diferencias en los patrones de habla que escuchará.

Edad. A menudo, los hablantes que tienen entre 20 y 50 años se inclinan más hacia formas de prestigio que los niños y las personas mayores, debido a que tienen más que ganar al ajustar su lenguaje a las normas mayoritarias, especialmente en el mercado laboral. En lo que concierne al sonido, sin embargo, debe saberse que, a medida que envejecemos, tendemos a perder la tensión muscular alrededor de las cuerdas vocales. Como consecuencia, el tono puede variar con la edad. Además, la estructura de las cavidades nasal y oral, incluyendo la ausencia de dientes, puede afectar la calidad del sonido.

Anatomía y fisiología: Por anatomía y fisiología queremos decir que aunque todos somos físicamente similares en general, cuando entramos en detalles, todas nuestras similitudes son diferentes. Nuestra estatura, nuestro peso, nuestra forma. Nuestra nariz, nuestros labios, nuestros dientes. Nuestra laringe y faringe y capacidad pulmonar. Todos estos elementos son similares en general, pero son diferentes en lo particular. De modo que, además del nivel de escolaridad y la clase socioeconómica, el entorno, el género, el estilo y la edad, la forma en que hablamos también está determinada por nuestras características anatómicas y fisiológicas individuales.

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VI. Bibliografía